¿Sabes qué son los clones? ¿Alguna vez has imaginado que existe una forma de propagar plantas que solo con una planta madre sana (en este caso, el cannabis), es posible originar nuevas plantas, explorar la reproducción asexual, además de preservar tu genética favorita?
Hay dos formas de reproducción de nuestra querida planta: la reproducción sexuada, que ocurre con semillas provenientes de procesos de polinización, y la reproducción asexual, que se realiza cortando técnicamente en pequeñas ramas.
Es importante decir que los clones son plantas idénticas a la planta madre, a partir de la cual se hicieron los cortes. La clonación es una forma de multiplicar plantas genéticamente iguales: todas tendrán la misma carga genética, es decir, los mismos patrones de fenotipos y genotipos.
¡Aquí en esta publicación, te contaremos más detalles sobre este proceso!

Cómo se comportan los clones
Incluso genéticamente iguales, no es posible garantizar que cada vez que se cultiva una genética específica, las plantas serán idénticas a lo largo de su vida. El mismo clon cultivado en suelo interior indoor puede expresar diferentes características que el mismo clon, cultivado bajo la luz del sol y en suelo nativo. Diferentes ambientes, condiciones climáticas, fuentes de energía y nutrición pueden acentuar ciertas características que se expresarán durante a lo largo del crecimiento de las plantas.
Una curiosidad interesante es que el clon tiene la misma edad y lleva la carga “emocional” de su madre (planta madre). Una madre sana y estabilizada, que no experimenta estrés ni problemas, da lugar a un clon con todos los atributos hereditarios. Por lo tanto, el consejo importante es: el primer paso para tomar clones sanos es seleccionar una planta sana que exprese las características que le agraden.
Cómo hacerlos
Se recomienda que los clones se tomen con la planta en estado vegetativo. Vale la pena recordar que las madres son aquellas que vegetan constantemente. Hemos escuchado historias de personas que cuidaron bien a madres que duraron unos años. Muy bueno, ¿no? En vegetación lo ideal son 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad, esto evita que la planta florezca – la cual utilizará para dirigir toda esta energía para el desarrollo de las raíces para futuros trasplantes.
Otro consejo importante son las condiciones climáticas específicas en las que se debe cortar el clon y también mantenerlo durante el tiempo de enraizamiento. Las bajas temperaturas aumentan el tiempo de enraizamiento y la falta de circulación de aire contribuye a la aparición de moho. Los clones, después de ser recolectados, deben permanecer a una temperatura constante y agradable – la zona de las raíces y el ambiente idealmente a 24 grados (75F). ¡Asegúrate de que los clones se mantengan extremadamente húmedos, 80-85% de humedad relativa en el aire durante los primeros días también ayudará a estos bebés a sobrevivir! Para facilitar este proceso, existen cajas específicas para clonación y contención de humedad.
La clonación no requiere técnicas complejas, pero los bebés plantas requieren un cuidado específico al sacarlos, cuidarlos durante el enraizamiento y, una vez enraizados, trasplantarlos a macetas más grandes o incluso al suelo del jardín. La técnica más común para la clonación se llama corte, donde se eligen ramas vigorosas y sanas y se cortan con una cuchilla fina y limpia (¡SUPER LIMPIA!) en un ángulo de 45 grados. Consejo importante: pon los clones inmediatamente en agua para evitar la formación de burbujas en la rama, pues pueden afectar el desarrollo de las raíces e incluso matar al clon.

La parte más compleja que requiere más paciencia en todo este proceso es el enraizamiento. Dependiendo de la forma elegida, es posible que las primeras raíces tarden un poco más o menos en desarrollarse. Hay 3 técnicas conocidas que sirven como un medio para que las raíces crezcan: usando cubos de lana de roca (o algún otro análogo, algo que no se considera tierra), tierra o incluso directamente en el agua.
Nosotras, como amantes de la recolección de resinas, es decir, del famoso HASHISH, entendemos la importancia de mantener genéticas específicas que expresen buenas características para la producción de hachís, desde el perfil de terpenos y cannabinoides, pero hasta el rendimiento de extracción. El trabajo de la mayoría de las “breedes”, el grupo que crea nuevas genéticas, es evaluar estas características y desarrollar nuevas genéticas de la manera deseada.
Si encuentras la genética de las semillas que te gustan, ¡CLONEN! Haz una donación a tus amigos, mantén viva la genética y comparte el amor de cultivar estas plantas terapéuticas. La donación de la genética hace posible que otras personas que cultivan también puedan bucear más profundamente para conocer estas cepas, que, eso sí, siempre serán genéticamente iguales.
¡DIVIDE LA GENÉTICA!
Esta es la primera parte de nuestro enfoque de la clonación. ¿Qué opinas de un tutorial que muestre cómo hacer que los clones se vean realmente lindos y visuales? ¡Dinos!